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25 de junio de 2012

El previo

Tengo tantas ganas de que llegue el Orgullo que por un momento casi se me olvida disfrutar de este pasado fin de semana. 

El viernes abandoné el dulce hogar a eso de las doce y cuarto ya con algo de sueño y pensando: a las 3 en casa. Al final fue un poco más tarde. Creo que nunca he salido con tantos chicos a la vez y sobretodo, con tantos chicos gays. ¡Todos lo eran! A pesar de que sólo conocía al anfitrión, me trataron como si conociera de toda la vida y no me aburrí en ningún momento. Después de unos cuantos chupitos exóticos nos fuimos al karaoke. Yo llevaba tiempo queriendo ir a uno pero no es santo de la devoción de mis amigos así que me emocioné toda cuando propusieron la idea.


Pero cuando oí a un par de personas cantar tan bien (entre ellos uno de los chicos del grupo que encima tenía anginas) decidí que no quería hacer el ridículo. Una cerveza y un chupito de tequila después ya estaba cantando "Me cuesta tanto olvidarte" y un ratito más tarde "Dancing de Queen" Vaya gallos en la última, no sabía que era tan difícil.

Para cerrar la noche, como no, visita al pub de ambiente, cuya música punchi-punchi mejora mucho los viernes y para casa. 5 de la mañana en casa.

A la mañana siguiente, cero resaca, lo que permitió disfrutar de una opípara comida en el casco antiguo de la ciudad. Algún capítulo de Modern Family después ya estaba de nuevo en marcha para comprar enseres para el partido Francia - España. Un poco aburrido, ¿no? Muchas risas con el Gracias, Sara. 

Y por fin, la noche de San Juan que como comenté el año pasado  es una de mis festividades favoritas. Esta vez no fue para tanto, más que nada porque mi grupo de amigos se ha reducido bastante y le echamos whisky al calimocho y aquello no había quien lo tragara. Sin embargo, un carrito de la compra abandonado nos alegró bastante la noche (no es muy cómodo pero no hay mucha diferencia con el espacio inter-asiental de RyanAir)


Encontrarse con Flipy el del Hormiguero fue la otra cosa extraña de la noche. Chupitos, bailes y a casa, que al día siguiente había que aprovechar el día de playa. Como mola echar la siesta tirada en la arena, aunque luego una abuelita dijera que te había visto dormir con la boca abierta.

Y el miércoles reencuentro :)

1 comentario:

Doctora dijo...

Vale, o sea que si mezclas whisky con calimocho ves a Flipy... bueno es saberlo para evitar la combinación ;P

 

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