De todo esto hablaba con mi amiga hoy a las ocho de la mañana. Mientras un sol vespertino incidía oblicuamente sobre nosotras. Pero eso fue ya... ¿hoy? ¿hace 13 horas?
Rebobinemos.
La noche de San Juan no había sido tan interesante como otros años. No pasa nada. Ni siquiera creo que el deseo que formulé se cumpla. Por eso lo hice, pedir deseos que dependen de ti no tiene gracia. Tampoco tenía muchas ganas y las circunstancias no fueron las oportunas. Últimamente las diferencias en mi círculo de amigos ganan a lo que nos hace iguales. Diversificación.
Me levanté con una de las peores resacas de mi vida. Tan mala era que no era resaca, seguramente un virus que me atacó al estómago y me dejó KO todo el viernes. Me voy de la ciudad con mi padre. Visito a mi tía. Está peor y oír a un crío de tres años decir: - "Mamá no tosas que sino el médico te va a poner la inyección y sabes que duele" no ayuda.
Vuelvo, como si mantenerme quieta más tiempo de lo debido me hiciera pensar demasiado. Como siempre, buscando una cosa perdida encuentro otra que ni siquiera recordaba tener. La vieja cámara analógica de mi padre. Es parecida a esta:
Claro que las fotos que tengo pensadas no serán así. Aún no tengo el pelo tan largo :P
Pero la ciudad está preciosa (o ya lo veo con ojos de enamorada del verano) y si encuentro el carrete apropiado y un sitio donde sigan revelando (realmente no tengo ni idea como está este mercado tan vintage, ¿ideas?) igual me animo cuando pase el examen que tengo.
Dejó la cámara a un lado. Nostalgia. En menos de dos horas me arreglo, saco el coche y recojo a mis amigos. Voy a hacer pronto dos años de carné y aún me cuesta aparcar. This is my disaster. Acabamos llegando al chalé de una de mis mejores amigas con las provisiones necesarias. Todo el jardín para nosotros y nuestra maravillosa barbacoa que nos costó toneladas de gel, pastillas y carbones pero que finalmente disfrutamos:
Por suerte la noche se va en un suspiro hablando de todo un poco con mis amigos. Apenas bebo. No estaba el estómago para muchos cuentos ni la cabeza para soportar las jugarretas el alcohol. Quizás por eso me pareció tan dura la parte en la que tuve que aguantar la música horrible de la orquesta del pueblo. ¿Cómo puede existir música así? Mother of God.
Vuelta a casa con el sol más rojo que he visto nunca. 7:00 am. No tengo nada de sueño. Quizás influya el litro de coca-cola de la noche anterior pero decido, mientras todos ya duermen, cogerme una toalla y ponerme al sol cuando este empieza a calentar con la única compañía de unas tristes pipas. Una amiga se me une y hablamos de nuestras respectivas vidas mientras el dichoso gallo de la vecina nos recuerda, por si acaso no lo sabíamos, que ya es de día.
Recuerdo que ella estuvo conmigo buena parte de una noche ya pasada. Y que cuando la vi irse con mi amigo, con ese amigo al que ella ya le había regalado más besos de la cuenta, el mundo se me paró en un instante. Los celos no molan. Porque una cosa es pensar "vale, estoy capacitada para olvidar" y otra cosa es hacerlo. Porque ella en su momento me dice que no ha pasado nada, que sólo han estado hablando. Y yo, como una gilipollas, la creo. Pero esta mañana, mientras abro la pipa número 54 mi amiga me confiesa que eso no fue así. Que realmente sí pasó algo. Y yo en un principio quiero odiarla pero no puedo. Pues ha sido la mentira piadosa más bien ejecutada que me han colado nunca. Y aunque eso signifique que ella ha intentado protegerme porque sigue viéndome débil, en cierto modo le agradezco que no me hubiera jodido la noche de esa manera.
Pero la cosa sigue. Duermo tres tumultuosas horas después del baño de luz en las que sueño que me roban el coche. Por suerte no es así y tras un desayuno invisible llevo a mis amigos a sus casas y me arrastro como puedo a la mía. Otro mensaje del chico de las Converse. Definitivamente tengo que pensarme ir a verle alguna vez.
Y como no, el día se cierra en la playa. En el día más perfecto que te puedas imaginar: 33º en el norte es un logro, apenas sin olas y con sitio suficiente para no ahogarse. Oficialmente ya estoy morena :)
Ahora sólo me resta darle a "publicar entrada" y desfallecer sobre la cama. Ha sido un fin de semana laaaaargo. Menos mal que mañana vuelvo a retomar lo del estudio y mi vida deja de tener interés turístico y cultural.
Paz y amor.