Erase una vez
un príncipe que le preguntó a una preciosa princesa:
¿quieres casarte conmigo?
La princesa respondió:
¡NO!
Y el príncipe vivió feliz y comió perdiz desde entonces
y condujo motos y folló con chicas guapas y delgadas y fue a carreras de coches
y fue a bares de streptease y ligó con mujeres con la mitad de edad que él y bebió
cerveza, Jack Daniel's y Captain Morgan
y bebió leche directamente del tetra-brik
y nunca escuchó gilipolleces
y fue a conciertos de rock
y mantuvo su piso y sus vaqueros favoritos y nunca le pusieron los cuernos mientras estaba en el trabajo
y todos sus familiares y amigos pensaron que molaba un montón
y tuvo muchísimo dinero
y dejo la tapa del váter levantada.
Fin.
5 comentarios:
Pues vaya..qué feo. Si haces uno con la vidorra de la princesa igual no me parece tan feo.
jajaja tanto me ha gustado que lo he puesto en mi twitter xD.
Lo que no nos cuenta la imagen es lo tremendamente dichosa que se hizo la princesa tras revelar que deseaba que el príncipe le dijese que no (ya que el único interesado era su padre, el rey) para poder irse a vivir a un pisito muy mono con la doncella que llevaba años ayudándola a vestirse (con la que mantenía una secreta relación) y un par de gatos.
Vaya elemento, normal que le rechazase la princesa ;P
Estamos com-penetradas. Tú hablas de cuentos y yo hoy he escrito una fábula. Todo tiene moraleja..
Muaks
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