Lo que te hace grande

Nunca he tenido problema en decirles lo que soy a mis amigos más allegados, incluso a aquellos que no lo son tanto. Con mi madre me costó un poquito más aunque su actitud de total normalidad me hizo ganar confianza en mí misma. Pero con mi padre las cosas siempre han sido diferentes.

Yo siempre había dicho que se lo diría el día antes de la boda (si me casaba con una chica, claro, si no es tontería) pero las circunstancias y la sensación horrible de contar la verdad a medias han hecho que hace unos días me haya decidido a dar el paso. 

Fue por teléfono, me sentía incapaz de hacerlo en persona, y aunque me preparé para lo peor al final no fue para tanto. No le gusta, no le parece bien, pero es mi vida. Apenas hablamos de ello pues en seguida me preguntó por los estudios, lo cual no sé si es bueno o malo.

Sea como sea estoy feliz. Puede que a partir de ahora la relación con él no sea como antes pero espero que con el tiempo pueda llegar a aceptarlo y no verlo como un fallo si no como un rasgo igual que ser alto, bajo, gordo o flaco. 

Por lo demás todo genial, en el Máster voy aprobándolo todo y ya no me siento tan inútil como al principio lo cual es de agradecer. Parece increíble que me queden dos asignaturas y ya acabe el curso.

Para cerrar el post y desearos buen fin de semana os dejo con una canción de Vetusta Morla que escuché en el coche de un amigo el otro día y que seguramente será mi canción de Abril (Dejando al lado alguna que otra valenciana :P) ¡Me encanta!