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1 de agosto de 2010

Te dije que nunca resistí las despedidas

Es irónico darte cuenta de que un pequeño gesto que a ti te pareció insignificante pueda desembocar luego en algo importante. Efecto mariposa lo llaman, ¿no?

Algo así me ha sucedido estos días en los que apenas he pasado por casa durante la noche. He conocido a una persona genial, de esas que sólo la suerte te puede brindar. La cosa comenzó como algo inocente, ¿quién se va a tomar en serio algo que tiene fecha de caducidad de unos días? Precisamente por eso creo que me tiré a la piscina, nada que dure unos días puede hacer daño; sólo diversión y disfrute a tope.

Sin embargo, acabo de llegar de la estación, ese lugar de despedidas y bienvenidas itinerantes, un sitio de paso; y no pude evitar sentir un nudo en el estómago cuando me despedía. Que hay facebook y móvil y mil milongas más pero no es lo mismo. Que igual si esa persona fuera de mi ciudad no lo habría ni intentado, no lo sé. Mi única certeza es que odio las despedidas.

3 comentarios:

Hydejg dijo...

"Que igual si esa persona fuera de mi ciudad no lo habría ni intentado"

Es sorprendente-mente cierto , muchas veces las mejores tentaciones (llámalo como quieras), nunca proceden del mismo lugar en el que vivimos , no sé si sera efecto mariposa o no; pero sucede y a mi muchas veces hizo que me preguntase que pasaba realmente conmigo o con la ciudad , para no encontrar alguien que me divirtiese y fuese diferente a lo conocido

Si algún día encontramos las respuestas a tantas preguntas ... habrá que hacer un libro o algo ...Saludines y besitos (los besitos si quieres claro xD)

Tantaria dijo...

También existen las estaciones, para encontrarse.

FueraDeReceta dijo...

Y que te quiten lo bailaooo, no¿?
(Voy a ser ahora la de los comentarios tardios!!jeje)

 

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