Creo que aún no me he
acostumbrado del todo a mi nueva vida. Aún no me he hecho a la idea de que
puedo estar en Barcelona en media hora. Aún me sorprende ver un cielo despejado
día tras día y que casi nunca llueva (hoy ha sido la excepción que confirma la regla). Aún se me hace raro escuchar el catalán en
el trabajo, en la tienda o en la televisión. A veces creo ver caras conocidas
en el tren pero es imposible, esas personas están a 900 kilómetros de aquí. Aún
se me hace raro coger el tren para todo. Aún no sé diferenciar la estantería de
los vasos de la de las tazas. Aún uso el ascensor a pesar de vivir en un
primero. Todavía mantengo esas pequeñas rutinas que me han acompañado durante
años y que ahora no necesito.
A pesar de todo ya no me despierto en la cama sin saber muy bien dónde estoy y buscando la luz de un velux que ya no está. Ya me sale solo el “adeu” al despedirme del conductor del autobús o de la panadera. Aprovecho los ratos libres para buscar cosas que hacer o que ver en una ciudad tan grande como Barcelona. A pesar de los momentos de nostalgia en los que me da por pensar: “¿qué cojones hago aquí?” espero que con el tiempo extrañe todo (y a todos) lo que está lejos cada vez un poquito menos.
4 comentarios:
Yo sólo sé... que casi toda la gente que se vino, no ha vuelto.
adeuuu! jeje
Uto, no te preocupes, sin darte cuenta Bcn te envuelve y un día dirás...wwwwooowww...han pasado 8 años.
Un besin guapina.
Llevas poco tiempo aún, es normal sentir esas cosas, con el tiempo irá a mejor : )
Cuando llegue yo a la jaulita tb se me hicieron raras muchas cosas... especiamente (como tu) el clima, en mi caso acostumbrada al frio. Es cuestion de tiempo adaptarse... aunq nunca se consiga del todo. BeSiNeS
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