Insalata di pollo e mozzarella

El verano sigue su discurrir ajeno a todo.
Nos despedimos de una amiga que se va un mes a las Americas. ¡Qué envidia! Y pensar que me podría estar yendo con ella de haber confiado un poco más en mis capacidades estudiantiles. Por supuesto, en la despedida no pudo faltar una pipa de agua y un poco de conversación filosófica sobre el futuro, que cada vez está más cerca.
También me he ido de rebajas. Compré tantas cosas que si las ennumero todas alguna me dejaría. Comí con mi madre una deliciosa ensalada de pollo y mozzarella en un restaurante italiano. Últimamente tengo debilidad por las ensaladas cuando no hace tanto odiaba cada uno de sus ingredientes.
Vimos el partido de la Roja en casita unos cuantos amigos. He llegado a la conclusión de que cualquier cosa que diga sobre fútbol les va a disgustar. Que si digo que España pierde soy una pesimista y si digo que gana que todavía hay que esperar a ver. Aún así siempre mola eso de verlo con ambiente (y con un amigo gracioso que salió después con la camiseta alemana ¬¬)
Como todo sábado que se precie, después salimos y, como siempre, me quedé sólo con dos de mis amigos más fiesteros. Será por aquello de no tener examenes/obligaciones en Julio ni novios/as con examenes/obligaciones. Estrené un vestido azul de lunares superbonito que me hacía teta (lo dijo un amigo, no yo :P) por lo que tocó noche de ligue con los amigos solteros que mencioné antes. Demasiado alcohol y demasiado coqueteo pero al menos lo pasé bien. Una noche más que me sirvió para olvidarme un poquito más de ella.
Hoy debería ir a la playa pero la resaca me lo impide así que me dedicaré a surfear un poco la red en busca de cualquier cosa interesante mientras el verano sigue su discurrir ajeno a todo.