Pasada la resaca de mi cumpleaños, ya se puede decir quasi oficialmente que el verano se acabó. Summer over. Otros años estaría con una depresión total pero esta incertidumbre de no saber exactamente a qué dedicar mi año me genera unas ganas enormes de ver qué habrá a la vuelta del mes.
La celebración de mi cumple, por si alguien se lo pregunta, estuvo bastante guay. Tuvimos algún que otro percance que nos obligó a quedarnos sin salir de noche pero celebrándolo con los amigos de toda la vida no se puede pedir más. Hicimos una guerra de globos como en nuestros mejores tiempos. Me jugué mi honor y mi físico por robarle al equipo de los chicos ( éramos chicos contra chicas) los globos y acabé empapada hasta los huesos. La parrillada, la sidra y el BeerPong que hicimos después no consiguieron sacarme el frío del cuerpo. Lo único que verdaderamente me jodió fue que ella no estuviera allí, y no precisamente porque no pudiera.
Todas estas celebraciones dejan tras de sí una colección variopinta de regalos. Este año han sido muchos y muy variados, será que me estoy portando bien. ¿Queréis verlos?
Os presento a Marsupilami, fiel compañero de batallas. Aquí lo tenemos posando para la colección otoño-invierno con mis gafapasta y unos auriculares super monos de margaritas. (El muñeco no iba incluido en los regalos)
Mochila muy mona y cómoda de llevar de la casa Blanco. Tengo que probar si me entra el portátil para ir a clase.
Ropa y más ropa. Este conjunto fue el que me regalaron mis amigos. En cuanto me vi con algo de dinero me lo gasté en un par de camisetas y en un abrigo de invierno demasiado caro pero demasiado irresistible. Por fin me he decidido a comprar la blazer azul marino en mi querida Zara:
Mucho androginio veo en la nueva colección de Inditex pero bueno, eso lo trataré en un post aparte. También me regalaron el libro de poemas de Joaquín Sabina. Brutal. Una edición algo cara pero porque va acompañada de dibujos a todo color. Con lo pesada que soy no tardaré en subir alguno si la SGAE me lo permite.
Y por último pero no menos importante, uno de los regalos que más me ha gustado. Este reloj/medallón de Audrey Hepburn.
¿Por qué la mayoría de los relojes de aguja marcan las 10:10 en los anuncios? Para resolver estas y más dudas, sigan leyendo Buscadora de Utopías. Sólo en las mejores pantallas de ordenador.