Finde anticipado

Las vacaciones pueden llegar a ser aburridas en muchas ocasiones. Pero en otras ofrecen momentos de esos que no quieres que pasen nunca.
El martes pasado acudimos unas cuantas amigas a un concierto gratuito que ofrecían en la plaza del ayuntamiento. No conocía a la artista pero proponía una mezcla de estilos muy interesante además de tocar canciones con una guitarra acústica como único aporte musical, lo que me suele encantar.

Después fuimos a tomar algo en plan tranqui. Al lado había unos tres chicos intentando desentrañar los misterios del cubo de Rubik. Hacía mucho que no lo resolvía y temí haber olvidado los pasos pero, a pesar de todo, me arriesgué y se lo pedí. ¡Sí! ¡Soy una friki! ¡Tengo debilidad por los cubos de Rubik! Cinco minutos después de dura tarea, conseguí resolverlo para la estupefacción de los presentes.

La cosa es que dos de nuestras amigas se fueron pronto por cuestiones de curro y allí nos quedamos mi amiga y yo con estos chicos que eran de fuera y que acabamos de conocer. Parecían majos. De hecho alguien que intente resolver un cubo de Rubik no puede ser mala persona.
Estuvimos con ellos toda la noche. Y sí, por si lo dudábais hay fiesta los martes de noche aunque hay que saber donde buscarla. Nos invitaron a demasiado tequila pero acabamos congeniando superbien con ellos y bailando hasta que nos echaron del local. Ver la cara de mi vecino cuando yo llegaba y él se iba a hacer footing no tiene precio.

Ayer, en cambio, por fin conseguí convencer a mis amigos para irnos de Karaoke. A pesar de que pedí dos canciones que al final no tenían conseguí cantar dos o tres piezas sin que me abuchearan (la voz no estaba para muchos trotes después de la noche anterior, vaya excusa más mala. ¿a que sí?) Nos juntamos unos cuantos, además de los chicos de la noche anterior así que lo pasamos bastante bien. A eso de las tres, cuando sólo quedabamos unos pocos, el sueño hizo acto de presencia y nos impidió seguir la fiesta. Hubiera sido too much.

En fin, que la conclusión que saco es que los martes son los nuevos viernes y los miércoles son los nuevos sábados. ¡Oh dios mío! ¿Voy a tener que pasar el fin de semana encerrada en casa?