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24 de octubre de 2010

Entrada depresiva de Domingo

Esta necesidad de necesitarte,
este llamarte sin quererte llamar,
este olvidarme del deber de olvidarte,
este lunes, este martes y el miércoles que vendrá.

(aaay Sabina, cómo me entiendes)

Empecé este blog para tratar de olvidar a alguien de una vez por todas. Para poder desahogarme (joder, nunca me acuerdo como se escribe bien esta palabra) de vez en cuando escribiendo mis problemas para que mis montañas sólo parecieran granitos de arena. Como habéis podido comprobar, al final acabé hablando de todo menos del objetivo inicial. Eso era bueno, se suponía que poco a poco iba olvidando. Poco a poco ella dejaba de ser importante en mi vida.

Hasta que llegó el puto otoño y con él el frío, los estudios, madrugar y, lo que es peor, verla a diario.

El que ella me siga tratando igual que siempre a pesar de todo no sé si agrava o mejora las cosas. Las mejoraría en el hipotético caso de que esto se me hubiera pasado y tener una amistad con ella fuese mi prioridad.

No me gusta quejarme pero sentía que tenía que escribir esto para, de alguna manera, poner punto y final. Hacía tiempo que no salía con ella y no sé si fue el Bacardi, las luces de la discoteca o la música (o todas a la vez) que volví a tener presentes todos los sentimientos que procuré esconder bajo llave durante los últimos meses. Saberla en la distancia lo hacía todo mucho más fácil. Me jode darme cuenta ahora que el verano que pasé no ha servido para nada, sólo un suspiro en lo que viene siendo la tónica habitual del último año. No he avanzado nada. A pesar de haberlo intentado todo, ella sigue ahí en plan lapa.

Lo último que me queda por probar (y suena bastante estúpido porque como dijo el gran Benedetti: No olvida quien finge olvido sino quien puede olvidar) es tratar de sacármela de la cabeza cada vez que pueda. Pensar en ositos o algo así y dejar de imaginar cosas que podrían suceder y que nunca sucederán. Es como pedirle a alguien que no piense en elefantes rosas, ¿qué es en lo primero que piensas? Pues eso...

Mi amiga me ha dicho que hasta que no encuentre a otra persona esto no se pasará de todo. Pero de momento no tengo ni las fuerzas ni las ganas.

Y para no dejar esta entrada tan depresiva, porque de todo sale una, os dejo con la única cosa que ha conseguido arrancarme una sonrisa en toda la mañana. Paz y amor a pesar de todo.




3 comentarios:

Estela Rengel dijo...

Es difícil pasar de alguien cuando tienes que verla, cuando aún hay sentimientos, cuando no hay otra persona que te llene en todos los aspectos... Yo sé que es fácil decirlo, que es lo de siempre, que el tiempo lo va curando todo... Pero es verdad. Las cosas se van viendo con otros ojos con tiempo y distancia, así que ya verás como poco a poco te vas dando cuenta de que tus sentimientos van cambiando. Sobre todo si viene alguien nuevo para hacértelo más fácil y ya sabemos que de peces el mar está lleno.

Mucho ánimo, señorita. Ya sabe donde puede encontrarme para charlar cuando le apetezca. :D

Yunns dijo...

No he podido sentirme más identificada con una entrada nunca, yo creo.
Sólo nos queda aferrarnos a esa promesa de que el tiempo lo cura todo. Supongo, y espero, que tarde o temprano acabe siendo verdad, eh?
Pero mientras tanto no hay que dejar pasar la vida sin más, hay que disfrutarla. Así que ánimo, y a sonreír (que no a fingir una sonrisa, ojo, sonríe de verdad, busca algo que te las saque).

El comentario de Butterflied de arriba, con lo de los peces, me recuerda al momento de The L Word, cuando Dana piensa que Lara es hetero y Alice suelta con su vocecilla que el mar está lleno de peces, ¡de peces gays! Aiss. Lo del tiempo no sé si será verdad, pero por suerte, eso sí que lo es, haha.

Lo dicho,
un besín!

Estela Rengel dijo...

¡Claro que te recuerdo a Alice, Yunns! ¡Yo soy Alice! xDDDDDDDDDDDDDDDDD Nah, es una gilipollez que tenía con mi ex, que siempre me decía que le recuerdo a Alice, que siempre estoy hablando, que soy bi, que si la ropita, las mismas tontadas que ella... Y a mí me encantaba esa tontería y le decía que ella era mi Tasha y todas esas cosas bonitas parejiles. Ays.

 

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