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1 de noviembre de 2010

Dulce Noviembre

Que poco rato dura la vida eterna...


Y que corto se me ha hecho este puente. Si es que cuando me quise dar cuenta amanecí en Lunes y mañana ya toca pringar.

Sin embargo, ha sido un puente bastante fructífero. La lluvia y el frío que amenazaban con minarme las energías y ponerme el pelo como Simba no han sido para tanto gracias a Mr. Umbrella.

El Sábado fue una noche de esas locas en las que miras el reloj, y de repente es una hora antes (Esto por el cambio horario) y lo vuelves a mirar y son las ocho de la mañana (esto ya tiene una peor explicación) Mi amiga de Salamanca nos hizo una visitilla y, como siempre, sus ganas de fiesta no decepcionaron. El bar del que nos solemos ir a las 2, lo cerramos nosotras el otro día a eso de las 4. Nunca agradecí tanto una hora más aunque se difuminara entre los cigarros de la noche. Despliegue de la coreografía de Alejandro que para eso me la estuve aprendiendo durante el día. Saldo de apuestas pendientes, calvos que se te acercan y te dicen que se han alisado el pelo, chicos que acabo de conocer que me sacan un poco del Bollorayadalandia donde estoy metida últimamente. Y de repente amanece.

El Domingo parecía seguir los pasos de una tarde de Domingo rara de Amaral pero una invitación por parte de mi tía hace que cultive un poco mi vena gastronómica en un italiano. Hay vida más allá de McDonald's. Disertaciones sobre los problemas familiares y cómo se resquebraja su estructura poco a poco.

Finalmente, y a pesar de la lluvia, me sugieren un plan alternativo: fiesta de Halloween en una casa muy cerca de la mía. No conozco a nadie salvo a un par de chicas. ¿Y el disfraz? Desempolvo mi sombrero de bruja (o quizás nunca me lo he quitado), me pinto la cara de blanco (5 cm sobre mi piel, el moreno del verano aguanta) y para allá que voy cambiando la escoba por un paragüas.



No iba así, que conste. Hubiera pasado algo de frío.

La casa estaba superbien decorada. Una calavera dentro del acuario que más de un susto me dio, calabazas con sus velitas, murciélagos en las paredes, telarañas por el techo... Nos pasamos buena parte de la noche arreglándonos, poniéndonos pestañas postizas, manicura con colores imposibles... Parecía aquello un aquellarre en sus buenos tiempos, salvo por un par de chicos (uno de ellos disfrazao del malo de Saw, buenísimo) Fue una noche diferente, tranquila. Como sólo había ron para beber y a mí no me gusta me tiré a la coca-cola. Me hice fotos con un gato que rondaba por allí (que cuquis son, por cierto) hablamos de nuestras vidas, jugamos al yo nunca para conocer un poco mejor a esas personas desconocidas y escuchamos ciento y una veces la canción de Thriller y las de Rocky Horror Picture Show. Lo mejor de la noche fue los sustos que nos dábamos a nosotros mismos cuando nos mirábamos al espejo y lo peor la increíble fobia que tenía uno de los chicos a la sangre. Fue nombrar un accidente un poco heavy que oímos en las noticias y el muchacho cayó redondo. Pronto se recuperó pero así de primeras a todos nos asustó un poquillo. La verdad es que Halloween es muy mala fecha para salir a la calle si eres fóbico a la sangre, sobretodo teniendo en cuenta que mi amiga llevaba toda la camiseta llena de sangre falsa por ir de la niña del exorcista. La noche volvió a volar. Mi intención era irme pronto pero de repente ya eran las cinco y media. Llovía demasiado como para salir y podía oír en la lejanía mis apuntes diciendo: estudianos, estudianos. Así que decidí irme haciendo que la Ley de Murphy hiciese aparición en forma de una tromba de agua. A pesar de ello, no se me quitó la sonrisa en todo el trayecto hacia casa.

En fin, que ha sido un finde en el que estudié menos de lo previsto pero salí más de lo previsto. El truco o trato no fue tan malo entonces.

What about you?

3 comentarios:

EL BREVE ESPACIO dijo...

jajjajaj pues si, todo se fue en abrir y cerrar de ojos pero por lo menos disfrutaste.

saludoS!!!!

Yunns dijo...

Buah, tengo envidia sana pero cochina ¬¬'

What about me?
Yo me pasé todo el puente a excepción de un cumpleaños, sin disfrazarme ni na de na, en casita. Y no en casita tipo "Bah, un buen plan en casita", no. Fue más del estilo "Bah... poniendo calderos para las goteras, en casita". Y encima viendo como los demás lo pasaban bien. Y abriendo cada poco la puerta, porque aquí hay 4 niños contados, pero llega Halloween o el aguinaldo y aparecen críos en el poblado debajo de cada piedra.

Aiss. Triste de mí xDD


Nada, a esperar al siguiente puente.

Un saludo!

LA DESGRACIÁ dijo...

Puf, y lo peor es que hasta que haya otro puente...queda un mes! un mes! qué asquito...

besos

 

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